Leo el libro de John Keane Reflexiones sobre la violencia. Leo la parte donde explica lo que
él llama la microviolencia de la
sociedad incivil. La microviolencia es la violencia cotidiana que puede
manifestarse de múltiples maneras, pero que no es perceptible por encontrarse
oculta en los escondites enredosos de esta sociedad o que no se percibe por
permanecer opacada por otros tipos de violencia más estridentes. Un ejemplo de
esta microviolencia es el asesinato de niños. Keane muestra los datos de niños asesinados
en los Estados Unidos; muestra cómo es que las cifras se han cuadruplicado en
las últimas cuatro décadas; y describe brevemente cómo es que esos niños han
sido asesinados, muchas veces por sus propias madres.
Me intereso por el tema y decido buscar cifras para el caso
de México (en internet, claro). Lo primero que llama la atención es la ausencia
de información que provenga de una fuente oficial. Lo segundo es que la información
oficial y no oficial es parcial porque no hay una base de datos que integre
confiablemente las estadísticas para el caso de nuestro país. Pero aquí los
datos:
En el país anualmente se registran 153 muertes por homicidio en niños de cero a cuatro años y 419 muertes en adolescentes de entre 15
y 17 años[1]. Un total de 572 niños (o menores de edad) asesinados. Se trata de una cifra considerablemente reservada si se compara
con los números en Estados Unidos.
Pero estas cifras no llaman mi atención. Me comienzo a
interesar por otra cosa. Mi pregunta cambia, ya no quiero saber cuántos niños
mueren asesinados, sino al revés: cuantos menores asesinan a alguien. En
México, anualmente, 1,924 niños
comenten asesinatos.
La cifra es espantosa: 11,
548 niños y adolescentes afrontan juicios por asesinato en el sexenio de
Calderón.[2] Se trata, por cierto, de una cifra que se aplica sólo para
aquellos menores de edad que fueron detenidos por cometer asesinatos. Otros
menores, siguen comentiendo asesinatos.
Finalmente, en México, un caso ejemplar de microviolencia
salvaje están entre las filas del crimen organizado, producto de un Estado
fallido que no sabe para qué "sirve" la juventud o que tampoco sabe por qué y para qué se es
joven.
Link para descargar el texto en PDF de John Keane, Reflexiones sobre la violencia, trad. de Pepa Linares, Madrid, Alianza, 2000, 166 pp:
http://gesamtausgabe.files.wordpress.com/2012/10/reflexiones-sobre-la-violencia.pdf