miércoles, 25 de enero de 2012

jueves, 19 de enero de 2012

El absurdo de la Alianza por la Calidad Educativa

El día de ayer, por las calles del D.F., marcharon distintas secciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Sus exigencias son claras: el rechazo de la Alianza por la Calidad Educatica (ACE) y aumento salarial.

La Alianza incluye la aplicación de pruebas estandarizadas o exámenes universales a los alumnos. A partir de los resultados obtenidos por los alumnos en las pruebas, los profesores serán evaluados y de ello dependerá sus permanencia como profesores en un mediano plazo. Los profesores se oponen abiertamente a estos exámenes estandarizados porque saben que su diseño no está hecho para que los alumnos puedan aprobarlo; saben que hay una gran vacío en estos exámenes.

Por su parte, los medios de comunicación critican estas manifestaciones. Simplemente creen que los profesores son flojos y que se oponen a ser evaluados porque saben que reprobarían tales examénes. Se quejan de que ya no saben qué cosa es peor: que los maestros no den clases o que sean estos mismos profesores (revoltosos) los que den clases.

La Sección 22 de la CNTE, a la cual pertenece la mayor parte de los maestros de Oaxaca, tiene razones funtamentadas y obvias para oponerse al examen a la Alianza.

El Estado de Oaxaca está integrado por 8 regiones culturales y 570 municipios politicos. En él se hablan 16 lenguas originarias. Se trata del Estado con mayor diversidad cultural del país.

El examen universal que la Alianza pretende imponer está escrito sólo en español (y ello se aplica para todo el país). No contempla la diversidad linguistica del Estado, amenazada ya de por sí y en peligro de extinción. En la mayor parte de Oaxaca hay regiones donde aún se habla lenguas originarias. Antes que el español, los níños aprenden el idioma de la comunidad por medio de los padres. Los niños también hablan español pero ésta es la lengua franca.

En Oaxaca hay condiciones extrema de miseria. Algunos municipios ni siquiera cuentan con instalaciones educativas. Algunas veces las clases son impartidas por profesores que no pertenecen a las comunidades y tampoco conocen la lengua. De modo que la comunicación se ve interrumpida. ¿Cómo evaluar a estos alumnos con la misma prueba que será aplicada en el D.F.?

Por otra parte, el examen no prevee la prohibición que, a causa de las órdenes municipales, pesa sobre algunos profesores para impartir ciertas materias.

Los profesores no se oponen a ser evaluados, pero sí se oponen a ser evaluados con los criterios estandarizados de la Alianza.