
Cierto es que en Rusia, al conquistar la revolución el poder político y con el objetivo de retirar a la burguesía los medios de la producción artística, algunos artistas sostenían que el proletariado había conquistado también el acceso a la supremacía tanto intelectual como artística.[3] Para Benjamin, es cierto que la revolución en Rusia, mediante medidas políticas se ha vuelto una impulsora del cine, el teatro o la literatura. Pese a todo, Benjamin observa que aún no se han consolidado las formas artísticas entre la población, pues ello se debe, en el caso de la literatura, a que la mayoría de la población no sabe leer.[4]
Durante los años veinte, en el partido comunista ruso se diseminaron esperanzas sobre la idea de que las revoluciones contribuían al desarrollo del arte. Sin embargo, Benjamin no coincidía completamente con estas ideas.[5] A pesar de todo, para Benjamin habría una oportunidad aprovechable entre arte y revolución. Sin embargo, si hay algo con lo que Benjamin no estaría de acuerdo, ello radicaría en que la calidad de las obras se concentrara unilateralmente en expresar un contenido revolucionario. Lo que implicó que algunas veces ni esas obras eran auténticamente revolucionarias ni tampoco eran siquiera obras artísticas.
[1] E. Wizisla, “Revolution”, en M. Opitz y E. Wizisla (eds.), Benjamins Begriffe, Suhrkamp, 2000, pp. 669.
[2] Vid. W. Benjamin, Diario de Moscú, Madrid, Taurus, 1988, 171 pp.
[3] W. Benjamin, “El agrupamiento político de los escritores en Rusia”, Obras, Madrid, Abada, 2009, libro II, vol. 2, p. 359.
[4] En el caso de la literatura, Benjamin parecía lamentar el alto control político del escritor y la censura oficial, pero también lamentaba que fueran los propios escritores los que a toda costa querían dar una forma revolucionaria a sus obras cuando las dotaban de contenidos revolucionarios, al grado de que “las novelas y relatos guardan con el Estado una relación similar a aquella que, hace siglos, guardaba la producción de algún autor con las ideas de su aristocrático mecenas”. W. Benjamin, “El agrupamiento…”, p. 359.
[5] W. Benjamin, “Nueva literatura en Rusia”, Obras, Madrid, Abada, 2009, libro II, vol. 2, p. 375.
No hay comentarios:
Publicar un comentario