M. Heidegger: entre el capitalismo o ante la técnica.
A partir de una indicación de Bolívar Echeverría en su “Heidegger y el ultra-nazismo” [1], podemos observar que en la obra de Heidegger hay una ausencia, la cual, sin embargo, no deja de ser lo realmente existente en nuestro tiempo; esta ausencia es el fenómeno del capitalismo. Al parecer se puede recorrer toda la obra de Heidegger y no aparecerá ninguna mención al respecto. Y siguiendo a B. Echeverría, en La época de la imagen del mundo, donde Heidegger realiza una determinación de los cinco fenómenos típicos de la época moderna, parece extraño y para ser sinceros, resulta tan extraño que despierta suspicacias el hecho de que falte el capitalismo como uno de estos fenómenos de la Modernidad. En efecto, a lo largo de la tematización de la técnica moderna en el pensar de Heidegger, existió la ausencia de la palabra Kapitalismus.
En una alocución del año de 1946 y titulada ¿Para qué poetas?, Heidegger habla no del capitalismo sino del mercado o mercantilismo, ahí él nos dice:
No sólo dispone [el dominio técnico] todo ente como algo producible en el proceso de la producción, sino que provee los productos de la producción a través del mercado. Lo humano del hombre y el carácter de cosa de las cosas se disuelven, dentro de la producción que se auto impone, en el calculado valor mercantil de un mercado que, no sólo abarca como mercado mundial toda la tierra, sino que, como voluntad de la voluntad, mercadea dentro de la esencia del ser y, de este modo, conduce todo ente al comercio de un cálculo que domina con mayor fuerza donde no precisa de números.[2]
Aquí Heidegger piensa que el mercado mercadea y sería un modo de esenciar el ser, el cual es perteneciente a la historia de la metafísica. En efecto, en esta alocución nuestro autor habla del mercado, sin embargo, tanto mercado como capitalismo, que creemos serían el mismo fenómeno, no están tematizados en el pensar de Heidegger. Con esto no reclamamos a Heidegger el no haber pensado el capitalismo, sino que resulta extraño que el fenómeno del capitalismo como un fenómeno ineludible de la Modernidad esté exento de su vocabulario. Por otra parte, puede ser cierto que Heidegger pensara al capitalismo dentro de la tematización de la técnica, pues tal como escribe Ph. Lacoue-Labarthe, dentro de la sociedad conservadora en la que durante esa época se desenvolvía nuestro autor, técnica era el neologismo con el que se encubría una crítica al fenómeno del capitalismo.[3] Sin embargo, Heidegger analiza lo avasallador del Ge-Stell y no lo avasallador del valor y dinero.
Recordemos que para K. Marx, la tecnología es un medio para la producción del valor, por su parte, para Heidegger, la técnica moderna sería el primum mobile, el factótum o, con términos de E. Jünger, la movilización total. Para Marx, la técnica es el medio de una fuerza superior que es el valor que se autovaloriza: fenómeno llamado capitalismo. En efecto, en este trabajo nos acercamos al pensar de Heidegger, sin embargo, es evidente que hay otros pensamientos esenciales; razón por la cual creemos que el nombre «época técnica» muestra una parte de la época actual.
Actualmente, técnica y capitalismo son dos fenómenos propios y determinantes de la Modernidad. Heidegger nos ayuda a pensar el primero de ellos pero no el segundo. En realidad son fenómenos que requieren ser abordados aparte, aunque no sin relación, pues es cierto que estos fenómenos aparecen como hermanos siameses, que compartiendo los mismos órganos vitales poseen rostros diferentes.
[1] B. Echeverría, “Heidegger y el ultra-nazismo”, Las ilusiones de la modernidad. Ensayos, México, UNAM-El Equilibrista, 1997, pp. 83-96.
[2] M. Heidegger, ¿Y para qué poetas?, p. 217.
[3] Ph. Lacoue-Labarthe, “Presentación”, en M. Heidegger, La pobreza (Die Armut), p. 165.
A partir de una indicación de Bolívar Echeverría en su “Heidegger y el ultra-nazismo” [1], podemos observar que en la obra de Heidegger hay una ausencia, la cual, sin embargo, no deja de ser lo realmente existente en nuestro tiempo; esta ausencia es el fenómeno del capitalismo. Al parecer se puede recorrer toda la obra de Heidegger y no aparecerá ninguna mención al respecto. Y siguiendo a B. Echeverría, en La época de la imagen del mundo, donde Heidegger realiza una determinación de los cinco fenómenos típicos de la época moderna, parece extraño y para ser sinceros, resulta tan extraño que despierta suspicacias el hecho de que falte el capitalismo como uno de estos fenómenos de la Modernidad. En efecto, a lo largo de la tematización de la técnica moderna en el pensar de Heidegger, existió la ausencia de la palabra Kapitalismus.
En una alocución del año de 1946 y titulada ¿Para qué poetas?, Heidegger habla no del capitalismo sino del mercado o mercantilismo, ahí él nos dice:
No sólo dispone [el dominio técnico] todo ente como algo producible en el proceso de la producción, sino que provee los productos de la producción a través del mercado. Lo humano del hombre y el carácter de cosa de las cosas se disuelven, dentro de la producción que se auto impone, en el calculado valor mercantil de un mercado que, no sólo abarca como mercado mundial toda la tierra, sino que, como voluntad de la voluntad, mercadea dentro de la esencia del ser y, de este modo, conduce todo ente al comercio de un cálculo que domina con mayor fuerza donde no precisa de números.[2]
Aquí Heidegger piensa que el mercado mercadea y sería un modo de esenciar el ser, el cual es perteneciente a la historia de la metafísica. En efecto, en esta alocución nuestro autor habla del mercado, sin embargo, tanto mercado como capitalismo, que creemos serían el mismo fenómeno, no están tematizados en el pensar de Heidegger. Con esto no reclamamos a Heidegger el no haber pensado el capitalismo, sino que resulta extraño que el fenómeno del capitalismo como un fenómeno ineludible de la Modernidad esté exento de su vocabulario. Por otra parte, puede ser cierto que Heidegger pensara al capitalismo dentro de la tematización de la técnica, pues tal como escribe Ph. Lacoue-Labarthe, dentro de la sociedad conservadora en la que durante esa época se desenvolvía nuestro autor, técnica era el neologismo con el que se encubría una crítica al fenómeno del capitalismo.[3] Sin embargo, Heidegger analiza lo avasallador del Ge-Stell y no lo avasallador del valor y dinero.
Recordemos que para K. Marx, la tecnología es un medio para la producción del valor, por su parte, para Heidegger, la técnica moderna sería el primum mobile, el factótum o, con términos de E. Jünger, la movilización total. Para Marx, la técnica es el medio de una fuerza superior que es el valor que se autovaloriza: fenómeno llamado capitalismo. En efecto, en este trabajo nos acercamos al pensar de Heidegger, sin embargo, es evidente que hay otros pensamientos esenciales; razón por la cual creemos que el nombre «época técnica» muestra una parte de la época actual.
Actualmente, técnica y capitalismo son dos fenómenos propios y determinantes de la Modernidad. Heidegger nos ayuda a pensar el primero de ellos pero no el segundo. En realidad son fenómenos que requieren ser abordados aparte, aunque no sin relación, pues es cierto que estos fenómenos aparecen como hermanos siameses, que compartiendo los mismos órganos vitales poseen rostros diferentes.
[1] B. Echeverría, “Heidegger y el ultra-nazismo”, Las ilusiones de la modernidad. Ensayos, México, UNAM-El Equilibrista, 1997, pp. 83-96.
[2] M. Heidegger, ¿Y para qué poetas?, p. 217.
[3] Ph. Lacoue-Labarthe, “Presentación”, en M. Heidegger, La pobreza (Die Armut), p. 165.
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