Hoy que se festeja la Independencia de México me viene al
pensamiento el hecho de que en el primer momento de la conquista, entre 1521 y
1569, las leyes de indias otorgaban protección a las poblaciones más bajas: los indios. Los indios recibían el
trato de “miserables”, un trato que era jurídicamente reconocido y defendido. Debido a
su condición de desprotegidos, los indios no podían vender sus tierra no los
españoles podían comprar sus tierras. Esto era así porque la Corona Española
tenía conciencia de que un ser humano sin tierra es alguien condenado a la
muerte, sin posibilidad de trabajo y de manutención propia.
Hoy, que se festeja un nuevo aniversario del nacimiento de la
nación mexicana, queda claro que no se tiene la independencia ni la autonomía
frente a intereses extranjeros. Esto es así gracias a las Reformas estructurales del Presidente actual. Sus reformas permiten
la compra-venta, así como la “ocupación temporal”, de la tierra de los campesinos para que las empresas
extranjeras las ocupen a fin de poder extraer recursos energéticos.
Las nuevas leyes sancionan subocupar las tierras y, en
cambio, premian, sobreocuparlas. Subocuparlas significaría que los campesiona
empleen las tierras para producir sus bienes y alimentos. Sobreocuparlar querría
decir, en cambio, que los empresarios ocupen esas mismas tierras para extraer
energéticos expulsando para ellos a todos los campesinos que habitan
históricamente sobre ellas.
La ironía en todo esto radica en que mientras la Corona
Española protegió durante algunos años las tierras de los indios a fin de que
ellos no recibieran abusos de los españoles; la nación mexicana, en cambio,
legisla a favor de los intereses de las empresas particulares para que éstas se
enriquezcan provocando la muerte de los campesinos; extrayéndolos de su fuente
nutricia: la tierra.
Conclusión: la misión de la Corona española que consistía en desaparecer
a la población natural fue una misión que finalmente vino a concluir la nación independiente,
libre y soberana. Una misión que sus presidentes actuales se esfuerzan por cumplir
a fin de satisfacer intereses extranjeros.